domingo, 8 de junio de 2014

Aprendiendo algo de música

Como en su momento estudiar, estar aprendiendo a tocar un instrumento me está ayudando muchísimo a organizarme la cabeza. Para empezar cuento con un profesor de lujo, sin el cual no estaría escribiendo esta entrada (¡Gracias!), así que va para ti, dedicada.

  Me permite experimentar con una serie de sensaciones, o impresiones, tan dispares, y a la vez tan complementarias, como anclaje y vuelo.

Anclaje por la técnica. Hay que practicar (bastante, mucho, muchísimo), y eso implica:
  - Repetir, probar y volver a probar
  - Memorizar, y no solo notas o posiciones, también movimientos, sonidos...
  - Encauzar y estructurar, darle sentido a la relación entre teclas, notas, tiempo...
  - Enfrentarse con la frustración y la limitación, en un entorno seguro

 Vuelo por las posibilidades infinitas
 - Aprender (con el vicio que yo tengo...)
 - Improvisar
 - Sorprenderse
 - Descubrir
 - Grabarse
 - Tocar con otras personas
 - Escuchar la música de otra forma
 - Querer más todo el rato
 - Ponerse a prueba
 - DISFRUTAR

Así que voy a seguir otro ratito, hasta otra.

domingo, 1 de junio de 2014

Aprendices de brujxs

  "De ahí que, cuando el brujo se expresa por medio de nuevas metáforas, como sucede casi siempre, está generando nuevas realidades simbólicas. Está conectando conocimientos antiguos con actuales, está readecuando su concepción profunda de la realidad a los cambios de su entorno y de su mismo ser. En el campo de lo biológico, se puede afirmar que se está hablando desde un substrato neuronal específico. Una aportación realizada en los últimos años por parte de las investigaciones en neuropsicología permite afirmar que la producción y la comprensión de las metáforas tiene un pie anclado en ciertos procesos cerebrales particulares, con los que el brujo, al expresarse de forma metafórica, está activando ciertos circuitos neuronales específicos que otras personas probablemente no utilizan con la misma intensidad"

Fericgla, J.Mª, Los chamanismos a revisión, (p.97)

  ... en cualquier caso, lo que caracteriza a las culturas chamánicas es el estilo cognitivo, la consciencia dialógica, que va más allá de la que establece el chamán en el interior de su mente, aquella que le permite dialogar con su subconsciente sin perder la consciencia de si (sin volverse loco, para entendernos),  extendiéndose al estilo cognitivo de toda la comunidad. En este punto, y sigo con Fericgla, a lo largo del siglo XX se han realizado múltiples investigaciones tratando de definir la naturaleza del chamán. Como resultado de ellas hemos ido tildando sucesivamente a los hechiceros de histéricos, psicóticos, esquizofrénicos, embaucadores, seres excepcionales, sabios y última esperanza de la humanidad...Objetivamente, el epíteto ha dependido de la época y de la persona que adjetivaba la figura del hechicero; dice más del emisor del juicio que de la naturaleza real del brujo (p.51)

  Y ya casi para terminar...El estilo cognitivo propio de los chamanes amplía la realidad-como mínimo-a dos dimensiones sincrónicas: la física u ordinaria, y la dimensión mágica, onírica, simbólica o alternativa que da coherencia y sentido a la primera. El mundo chamánico se construye basándose en los procesos mentales dialógicos, de conversación consigo mismo. La mente habla consigo misma, el sujeto oye varias voces discutiendo entre sí dentro de él mismo, observa la guerra civil interior que todos albergamos pero, como antes hemos comentado, mantiene plena consciencia de la situación. (pag. 94)

  Dicho así, no parece para tanto. Pero claro, hay que darse cuenta primero de que la ciencia occidental es también producto de otro tipo de consciencia dialógica de la que no están ausentes las metáforas. Sería imposible hacer ciencia sin recurrir a ellas, y sin embargo, qué neura con la objetividad, precisamente para alejar toda sospecha de que la intersubjetividad (y la ideología, y la pasta) pueda estar actuando también en el proceso de construcción del conocimiento científico occidental, ese que mira por encima del hombre, perdón, del hombro,(y ya no digamos de las mujeres) a las culturas llamadas primitivas. Dicho lo cual tengo por objetivo, para el sueño de esta noche, descolonizarme (un poquito más) la cabeza. Quizá mañana me quite también un poco de peso materialista, para seguir volando a gusto, o a disgusto, que para ser sincera, nunca se sabe.