domingo, 22 de septiembre de 2013

Post-autorreferencialidad

Resulta curioso reflexionar sobre cómo se siente una persona que, habiendo tenido ideas autorreferenciales sin grandes bases objetivas (entendidas como realidad consensuada con los demás), se ponga delante de un público numeroso para hablar sobre experiencias delirantes. Resulta curioso sobre todo comprobar cómo esa exposición "real" a la autorreferencialidad (la gente me escucha con atención, en esta sala, durante este tiempo, y ciertamente mucho de lo que pasa en este momento tiene que ver conmigo) consigue un efecto "normalizador" de la misma. Exponer en público ideas autorreferenciales neutraliza esas ideas, las despatologiza completamente. Aunque sin duda lo mejor de todo fue haber provocado risas de complicidad. ¿Qué más se puede pedir?

"Si presientes molinos, corre sin miedo contra los gigantes, amiga. En el camino has de encontrar la forma de parar el tiempo, y a tiempo estarás, por merced de evitar el castañazo. Más dificil sería que los molinos se aparten"

domingo, 1 de septiembre de 2013

¿Tambores de guerra?

No es extraño tener insomnio estos días.
Ni tener paranoias, ni siquiera un miedo normal, anormal o paranormal
Y al mismo tiempo, la telerrealidad es cada día más irreal.
Si hablamos de guerra, la duda no ofende, al contrario.
Que sigan dudando, que se convierta en una duda eterna, metafísica, absoluta, que lo impregne todo, que nos mantenga  a todxs despiertxs, ahora ya para siempre, y en general. Que la duda se extienda a cada momento de nuestra existencia, de nuestras inercias, de nuestros miedos y nuestros sueños. Que dudar sea asignatura en las escuelas, y que los objetos de estudio lo sean siempre desde todas las perspectivas posibles.
Mientras tanto...