sábado, 25 de agosto de 2012

Un nombre propio ( I )

Se arrastran de punta a punta de la ciudad los pasos y las penas, bajo un sol de fin de agosto cabreado: pronto van a restringirle las horas de permanencia por esta latitud, quedando en su lugar un gris pegajoso contra el que más vale estar ocupados, acompañados, o borrachos. O todo junto, no se puede pedir más. Siempre se puede pedir más, otra cosa es a quién, y con qué derecho. Mientras el sol calienta todas las decepciones pasadas y todos los líos pendientes, y baja la tensión y vuelve todo extremadamente pesado y volátil al mismo tiempo, se intenta ponerle nombre al dolor. Un nombre propio, como aquel cuarto de Virginia, un nombre que no tenga copyright psiquiátrico, más rico en matices, en causas y consecuencias, más preciso, más amargo si hace falta, un nombre que no sea "tormenta" (ya está cogido). Mientras se busca, o se espera al nombre, viene el hambre, y es bien recibida, sólo porque hay con qué saciarla, y eso, de repente, es un gran paso, es algo...bueno, saludable, no connotado, libre pues.

lunes, 20 de agosto de 2012

Pequeña actualización

Casi cuatro meses esperando un brote, por aquello de que una ruptura sentimental constituye un factor de riesgo altísimo para brotar, según los indicadores que manejan los que están titulados para manejar tales indicadores de forma oficial. Pues bien, nada de brote, excepto algún vaivén emocional tan previsible que, si no lo tuviese dadas las circunstancias, sería marciana.

Una teoría para la ausencia de brote en estos momentos es el "falso positivo", es decir, que los psiquiatras me revisen de cabo a rabo y concluyan que mi diagnóstico estaba equivocado. Se lo pueden ahorrar, ya sabemos todos que la esquizofrenia, como enfermedad, no existe. Otra cosa es que se hayan buscado ese nombre para nombrar una serie de experiencias que sí, efectivamente, he tenido muchas veces. La teoría del Falso Positivo queda descartada por inexistencia del Verdadero Positivo. Rebuscado, cierto, pero no más que denominar "síntomas negativos de la esquizofrenia" a los efectos secundarios de la medicación, por ejemplo.

Otra teoría para la ausencia de brote es que he aprendido a prevenirlos, y el aprendizaje ha sido un éxito. Aunque fuese cierto, que lo es, mi palabra vale menos que la de una milésima de psiquiatra. Todavía me siento como pillada en falta cada vez que explico que no tomo medicación (excepto algo para dormir, muy, pero que muy puntualmente, en doce años me habré tomado no más de doce pastillas de esas)Me siento, es curioso, como si estuviese siendo irresponsable. Se ve que la campaña de propaganda "Medicación Muy Importante" me está haciendo a mi también algo de efecto. Para quitarme esta molesta sensación, viajo mental, intelectual y empíricamente a regiones del planeta más avanzadas, al menos en estos temas, como ese lugar de Finlandia en el que tienen un programa de psicosis sin fármacos con 70% de éxito en remisión. Cuando llego allí, termino por decirme, aliviada: "No eres irresponsable, simplemente has usado técnicas profesionales de forma intuitiva, y si pareces marciana es porque estos son una panda de ineptos. Si se puede hacer así y no saben hacerlo, que aprendan, y si no quieren aprender, merecen que les llamen ineptos" Y ya para picar un poco, ¿cómo es que yo, una loca invisible, corriente y moliente, he aprendido, y todos estos, con sus títulos y sus congresos, siguen cebando la dichosa campaña de siempre? ¿Será porque contrasté la versión oficial con lo que me estaba pasando a mi, dispuesta a hacerme caso allí donde la versión oficial se contradecía con lo que me estaba pasando, teniendo yo más razón? ¿Será porque me di cuenta de que los efectos de la medicación sólo me sustituían una locura por otra, y lo que yo quería era recuperarme a mi, simplemente?

La última teoría es que todas estas experiencias tienen algún significado para la vida, para la forma de estar en ella y de percibir el mundo, para la forma de conocernos y estar en paz también con aquello que todavía no entendemos del todo de nosotros mismos. Quizá sirvan para reconocer el sufrimiento, para ponernos en la piel de otros, para aumentar el aprendizaje sobre la compasión, para saber algo más del miedo y de la salud, y del misterio de todo lo que sucede fuera de los laboratorios y de las revistas científicas.


Sin misterio, sin curiosidad, sin autoconocimiento sólo somos aquello en lo que quieren convertirnos, máquinas de decir a todo que sí.

viernes, 10 de agosto de 2012

Agradecimientos

A pesar de estos tiempos terribles, personalmente todo está en calma. Estoy aprendiendo, y creo que bien y rápido, a pasar con tranquilidad tiempo conmigo misma, tiempo en el que me sobran cosas que hacer en tan buena compañía. Será por eso que la otra compañía, la de los demás, se disfruta más que nunca. De todas los cambios emocionales que hice últimamente, ninguno me decepciona, aunque no todos fuesen exactamente mi voluntad, ni los haya encajado bien desde el principio. Ahora sí.

Me apetecía contar que estoy bien, que duermo bien, que como bien, que tengo mucha suerte de contar con las personas que son mis amigas, que de todas ellas aprendo un montón todos los días, con ellas, de ellas y de mí al estar con ellas. Aprender de buenas amigas, a las que quieres y admiras, es un lujo. Si lo estáis leyendo, tomaros algo rico a modo de premio, que lo merecéis muchísimo. (Eso hasta que volvamos a vernos) Nada de esto sería cierto sin vosotras, y yo quiero estar siempre así de bien, sin preocupar a nadie, sin entristecerle, sin desconfiar, sin sentirme sola cuando estoy conmigo.

Gracias

martes, 7 de agosto de 2012

Brotar, verbo vegetal

Dice el Wordreference.com (online language dictionaries), que brotar significa:

1. Nacer la planta de la tierra.
2. Salir en la planta renuevos, flores, hojas, etc.:
los olmos han brotado de nuevo esta primavera.
3. Manar el agua de los manantiales:
el arroyo brotaba saltarín.
4. Salir a la superficie una enfermedad:
brotar el sarampión.
5. Manifestarse algo de forma repentina:
la duda brotó en su mente.

Como sinónimos, sugiere:

nacer, aparecer, emerger, manar, manifestarse, salir, surgir, florecer, aflorar

Y como antónimos:

desaparecer, morir

Un ejemplo didáctico de conjugación:

Yo broto, ¿tú brotas?, porque él y ella sí que brotan, y si nosotros brotamos, vosotros que no brotáis, ¿cómo vais a distinguir cuando ellos brotan?

No aparece en el diciconario nada semejante a "brotar" en el contexto en el que yo lo conjugo, de lo cual deduzco que alguien, en algún momento de la historia, decidió, literariamente, metafóricamente, denominar un estado de conciencia de forma similar a como se denomina un fenómeno natural, vegetal, cíclico, vital. Él se había levantado poeta, sin duda, o ¿fue ella? En el Diccionario Etimológico nada se dice de "brote psicótico", tampoco en el Diccionario médico-biológico histórico y etimológico. La expresión fantasma, tendrían que hacer una película. Pero vamos a lo que interesa:

Brotar, entonces, es un fenómeno natural, vegetal, primaveral incluso, si bien no todos los vegetales eligen esta estación florida para, valga la redundancia, florecer, nacer, aparecer, etc. Si es un fenómeno vegetal, entonces podemos hablar de raíces, influencia de la luna, calidad del suelo, frecuencia de riego, cuidados, poda, injertos, reproducción, malogro, malas hierbas, parásitos, fertilizantes, luz, salvia, color, olor, sabor, ciclo de vida, textura, posibilidades decorativas, medicinales, alimenticias, por lo que también se puede hablar de recetas, composiciones florales, síntesis en laboratorio, infusiones, cápsulas,etc,y de flores, frutos, tallos, fotosíntesis, nivel de humedad, climas apropiados, especies compatibles, jardines, huertos, viveros, macetas, semilleros, influencia de la contaminación, bosques autóctonos, selvas, arrozales, cereales, gramíneas, leguminosas, trepadoras, cactus, tubérculos...

Nadie lo hace. Al poeta, la psiquiatría le dio carpetazo y despido sin indemnización, permitiendo solamente brotes homogeneizados, asépticos, monocultivados, tratados científicamente a base de química, con guante blanco y luz artificial.
A la mierda la soberanía alimentaria, la biodiversidad, la ecología, los conocimientos ancestrales y las noches de luna llena. Todo desaparecido, casi muerto. A lo largo y ancho del mundo, la mayoría de fiestas y danzas tienen su origen en los ciclos de la cosecha, que sirven de aglutinante colectivo en torno a ellos, como disculpa para reunirse, colaborar, repartir, celebrar, comer, beber, ligar, rogar y desear una cosecha sensacional, comentar y resolver problemas, dar y pedir consejo, compartir conocimientos, y hacer algo de magia, que nunca viene mal ver las cosas de otra forma, aunque sea durante unas horas, unos días, bien acompañados por historias milenarias que asientan los relatos en el lugar que les corresponde, el de incrementar el conocimiento colectivo que proviene de los sueños, de las pesadillas, de los anhelos, de los viajes, de los duelos, de lo inexplicable, de lo cada vez más rápidamente desaparecido, casi muerto.

Le llaman progreso, razón, ciencia, pomposos nombres para la máquina de arrollar culturas, en lugar de complementarse con ellas, que si se llaman culturas, por algo será.

domingo, 5 de agosto de 2012

Asesoría jurídica para personas diagnosticadas

Hoy me ha dado por pensar en la asesoría jurídica para personas diagnosticadas. Tiene que ver con que estuve revisando textos del blog Foro Andaluz de Bienestar Mental, a propósito de una entrada del blog Tira los Muros, del compañero Hilari. Después de navegar, releer y enlazar, he vuelto a navegar, buscando, oh ilusa! servicios de asesoría jurídica en salud mental. Me encuentro algo parecido vinculado a FEAFES, aunque si vas a su página web, te encuentras una sección, o ámbito de actuación, titulado:

Igualdad de oportunidades y defensa de derechos

Entras en la página en cuestión y te la encuentras en blanco. Estoy segura de que FEAFES está trabajando en ello, y no tardará en publicar contenidos. Sí aparece, en cambio, un teléfono y una dirección de correo electrónico, a través de los cuales puede obtenerse Información y Asesoría Jurídica gratuita. Con permiso de FEAFES (si a alguien le molesta que divulgue esta información, por favor que me lo haga saber), difundo aquí:

"Para contactar con el servicio gratuito de Información y Asesoría Jurídica de la Confederación FEAFES puedes llamar al 91 507 92 48, o a través del correo electrónico ceifem@feafes.com".

Este tema, como tantos otros, da para mucho. En concreto, a mi me llama muchísimo la atención, al conversar con personas diagnosticadas, que algunas de ellas no sepan si están incapacitadas legalmente o no. O que sean incapaces de hablar con naturalidad sobre la medicación o cualquier otro tema con sus propias familias, ante la amenaza, velada pero persistente, de ser ingresadas por la fuerza si sus opiniones no coinciden con las de la, vamos a llamarla, "autoridad familiar", así entre nosotros. Por esto, me gustaría saber si alguien conoce algún otro servicio de asesoría jurídica, a mayores del divulgado. Si no lo hay, habría que inventarlo, desde luego. Mientras tanto, sigo coleccionando quejas, en un ambiente de horizontalidad, de diagonsticada a diagnosticada, donde las personas hablan sin miedo a ser juzgadas, y vaya si hablan. Otra cosa es que no se pueda ofrecer mucho más que actitud de escucha, (que a veces es, justamente, el primer paso) pero poco a poco, estoy segura, se podrá ofrecer más, muchísimo más.

Si alguna persona, al leer esto, puede ofrecer más información al respecto, prometo estarte agradecida, como decía el rockero Rosendo, un chaval que me cae bien simpático, por cierto.