sábado, 30 de julio de 2011

Postporno

Hoy voy a ponerme cachonda, despúes de que unas buenas compañeras se hayan trabajado unas jornadas estupendas sobre cuerpos y lengua-sex, sobre postporno o, dicho de otra forma, sobre porno-queer. De la teoría (y de la práctica) queer, como creo que mencioné alguna vez, me encantan un par de cosas:

- El esfuerzo intelectual y conceptual por denunciar una cosmovisión estructuralista, que pretende dividir el mundo, y, lo que es peor, a las personas y sus múltiples identidades, en binomios férreos y cerrados de parejas de opuestos, de forma que todos nos veamos sociológicamente catalogados en hombre/mujer, heterosexual/homosexual, sano/enfermo, productivo/improductivo, dominante/dominado...bla bla bla.

- El activismo de la apropiación, que como un boomerang, o como un maestro de aikido, recibe el ataque, lo sujeta, se lo apropia, y lo devuelve como reivindicación. En nuestro terreno, el que por aquí abunda, viene a ser como... sí, estoy diagnosticada ¿y qué? Desde aquí veo el mundo con más lucidez, conozco tu mundo y el mío, habito los dos sin dejar de ser lo que soy, lo que quiera que eso sea. No me vengas con rollos ontológicos,de la relatividad de la ontología aprendí a base de práctica y cuestionamiento. Cuestiono tus teorías sobre mis circunstancias, es cierto, tus teorías sobre los vericuetos de mi mente inquieta, pero más me cuestiono a mí misma a causa de ellas, a mi pesar, y es eso lo que me da cierta ventaja, combates de entrenamiento. Tú tienes poder prestado. Quizá lo más interesante es que me gusta no ser tú. Me gusta jugar a las adivinanzas, me gusta reinventarme, me gusta despistarte y escandalizarte, hacerte dudar, jugar contigo como conmigo, sin más violencia que tus prejuicios. Me pone cachonda ¿y qué?


Diana y Lucía, gracias por venir, gracias por ayudar a que esto siga erecto. (Definitivamente, no es un guiño al psicoanálisis)

miércoles, 27 de julio de 2011

Violencia vs Locura

Comprobamos una vez más, a raíz de los macabros asesinatos de Noruega, que se repite hasta la saciedad el reflejo sociológico de unir, automáticamente, la palabra violencia a la palabra locura. Esta estrambótica y bienpensante asociación se da de forma particular cuando nadie quiere asumir las raíces sociales y educacionales que pudieran llevar a tales grados de violencia. Sí, la violencia, esta violencia en concreto, es muy alarmante, muy vergonzosa, muy rechazable y execrable, pero hay que admitir que no hace falta, ninguna falta, estar loco para ejercerla. Sólo hace falta tener bien instalada en la cabeza una ideología, muy de moda entre un número no pequeño de europeos últimamente, basada en el odio cosificante del considerado "enemigo". Si a eso le añadimos los medios materiales (compra de armas, elección del momento y lugar), nula empatía hacia las víctimas unida a la promesa de simpatía que despertará entre sus "iguales" como héroe... pues tenemos un genocida auténtico, casi como los de antes, un "delito de odio" (término de nuevo cuño para las agresiones y asesinatos sociológicos) con todos sus ingredientes.

Y luego, además, como a mayores, es posible que también esté loco, (cómo no, en el DSM cabemos todos), pero si seguimos considerando locos a los violentos sólo porque no queremos aceptar la violencia como conducta fría y premeditada, como conducta voluntariamente ejercida, entonces sería bueno sustituir las bases militares por consultas psiquiátricas, porque eso de manejar armas no parece muy sano para la cabeza.

Pero las prioridades son las prioridades, los hechos jurídicos van por un lado, y los sufrimientos mentales por otro: este individuo se ha delatado como asesino de odio por sus actos, por sus motivaciones, por sus textos. Luego, si se quiere hacer mirar todo lo demás, que lo haga, si se quiere medicar para olvidarse de si mismo, que lo haga, seguro que el garantista estado noruego le ofrecerá eso y más, si bien ese mismo estado está considerando que su máximo de 21 años de prisión se queda un poco corto para las espeluznantes acciones de este individuo, y que la acusación de crímenes contra la humanidad se ajusta mejor a su premeditada masacre.

El que lo quiere hacer pasar por loco es el abogado, claro. Ahora estará en trámites con los psiquiatras, que tienen que arrimar el hombro al debate, y dejar de lado idelologías y cosas de esas para mirar en la bola de cristal de la ciencia. ¿Ciencia? ¿Debate? perdonad, estoy muy confusa, la cosa no es para menos.

domingo, 24 de julio de 2011

Sueño de la razón: Retorno.

Decía Enstein que el método científico es sólo una herramienta, y que los grandes descubrimientos nunca surgen de usarlo, sino de apartarse de él para soñar de otra forma. Luego coges de nuevo la herramienta para darle forma al sueño, o entonces el propio sueño se convierte en herramienta.

La herramienta de un experto en problemas de la mente ¿cómo será?

lunes, 18 de julio de 2011

Autogestión de la psicosis sin fármacos

Condiciones necesarias para no morir en el intento:(también se llaman consejos, me haces caso sólo si te da la gana)

- Reconocer las ideas psicóticas

- No enfrentarlas con angustia, sino con mala hostia ("a mi tú no me chuleas", a la idea)

- Hacer lo que te pida el cuerpo, con límites previos (los míos son: nada de autolesiones, ni gritos, ni borderías, nada de provocaciones a la autoridad sanitaria, no sea que quieran ayudarnos, tal y como están de recortes)

- Reconocidos los límites, se admite llorar, estar en silencio, reirse estrepitosamente, correr, pasarse horas ante la tele, dormir, decir en alto que tengo paranoias, o ansiedad, o fobia social, o lo que sea (según la sensibilidad del espectador y la información que le queramos dar).

- Durante los días que dure el asedio, ejercitar prácticas de resistencia, como por ejemplo pensar en lo muy fortalecidos que saldremos del mismo, en lo especiales que somos por sentir tantas cosas raras (no se consuela quien no quiere), en la cantidad de aventuras que contaremos después (anda que no me río yo ahora, y hago reír, con las ideas autorreferenciales y su desarrollo en clave cómica)

- Intentar evitar, esos días, a las personas más impresionables, aquellas más inclinadas a usar los teléfonos de urgencias. (Es de buena gente cuidar a los demás y evitarles sustos. Sentirse cuidadora en esos momentos raros provoca un balsámico efecto terapéutico)

- En los peores días, dividir a la concurrencia en poli bueno y poli malo, siempre hay poli bueno. De cada interacción siempre hay un referente que da confianza, eso contribuye a la supervivencia de la parte estable de la psique. Normalmente es el subconsciente quien enciende este piloto automático, su memoria apuntala las posibilidades de recuperación, permite que la parte estable se mantenga estable.

- Evitar, en esos días, lecturas sobre el estado de la realidad (habitualmente supera a la ficción y multiplica el estrés) Es un consejo que yo no sigo, lo reconozco. Tendré que mejorar ese aspecto.

- Arrimarse en lo posible a la comedia en todas sus variantes: personales,cinematográficas, musicales...cuidado con el humor ácido, puede ser contraproducente por el riesgo de la literalidad.

- Quererse mucho, especialmente cuando se tiene la conciencia de que esto que nos pasa no gusta a mucha gente. Precisamente por eso hay que poner un plus de autorrespeto y autoafirmación, buena falta nos hace para convivir con algunos cuerdos de ahí afuera.

- Pensar que cada vuelta de tuerca (perdón, de tornillo) nos hace más fuertes, nos ayuda a conocernos mejor, nos recoloca (no entender en sentido literal, o sí, en caso de biologicismo patológico).

- Pensar que determinadas conductas consideradas normales nos ponen los pelos de punta o nos dan vergüenza ajena ayuda a ser justos con nosotros mismos, aunque sea recurriendo in extremis al agravio comparativo (del tipo, "pues si esto es ser normal, que me dejen como estoy" Insisto que es una medida in extremis, lo ideal es comprender las corduras ajenas con el mismo cariño, tolerancia y condescendencia que deseamos para nosotros. Jijiji)

- Asumir como riqueza la "personalidad fronteriza" que nos aportan estas experiencias.

- Pensamiento talismán: Sí, tengo paranoias, lo raro es que tú no las tengas, habitando el mismo mundo.




Queervisión: ¿de verdad te piensas que mi persona se reduce a lo que escribo en este blog temático?

miércoles, 13 de julio de 2011

Fin de la huelga de hambre

( Más información en rumboagaza.org )


Qué rica estará la comida de hoy al saber que mis amigos también comerán.
Nunca dudéis de la capacidad de unas pocas personas para cambiar cosas, esa es la verdadera fe que mueve montañas.
Buen provecho.

sábado, 9 de julio de 2011

Huelga de hambre

Dentro de pocas horas, en la embajada española de Grecia, una persona a la que aprecio mucho empezará una huelga de hambre para protestar por el silencio del Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de España ante la negativa de las autoridades portuarias griegas a que el barco español Guernika, miembro de la II Flotilla Rumbo a Gaza, pueda efectuar ese viaje, teniendo en su haber todos los permisos internacionales para navegar. O dicho de otro modo, todos los papeles en regla.

Si seguís las noticias (la mejor fuente es la propia página: rumboagaza.org), recordad que parte de la salud mental de un grupo de amigos de por aquí estará pendiente de lo que ocurra por allí, cosas de este mundo, siempre más pequeño y conectado de lo que parece.

Desde aquí muchos abrazos, mucha fuerza y mucho apoyo. Y muchas gracias. (Porque los problemas de allí, el día menos pensado son también los de aquí. Todos somos población civil hasta que se demuestre lo contrario)

viernes, 8 de julio de 2011

Trabajar es lo que tiene

Que aporta dinero (aunque no mucho), autonomía, posibilidad de relacionarse socialmente, de autodeterminarse en un mundo en el que carecer de todo esto es fuente continua de desasosiego, por decirlo suave. Estoy a menos distancia de devolver los microcréditos llovidos del cielo de personas estupendas que hacen la labor de bancos de los pobres, esos que tan buenos resultados han dado en países como India, o muchos otros del continente africano. Por aquí se estilan poco, los bancos andan envueltos en tribulaciones mucho menos románticas, por decirlo suave. A pesar del empobrecimiento masivo de la población, que avanza vertiginosamente, la mentalidad imperante es que seguimos siendo occidente, a pesar de todo. Y una mierda, digo yo, o poco le queda si algo hay de cierto. No sé qué más pruebas hacen falta, cuando ser mileurista es más que un privilegio, y roza la categoría de milagro. Quienes vivan instalados en el milagro, pueden empezar a mirar alrededor, seguro que algún amigo solicita microcrédito, y concedérselo puede ser más que un gesto de amistad, puede ser la diferencia entre el pavor a la exclusión y la dignidad.

Siempre hay quien lo pase peor, es cierto, y aprovecho para recordar la triste noticia de que en Somalia se avecina una hambruna descomunal, debido a la sequía. Si tuviese mucho dinero, dudaría en dónde invertirlo para paliar ese desastre. ¿En acciones políticas, que ataquen lo estructural? ¿en ONGs, que ponen "tiritas", por más bienintencionadas que estén? ¿En Amnistía Internacional, si recuperan la necesaria campaña global de reivindicar derechos económicos, sociales y culturales? ¿En el ACNUR de la ONU, asistencialista y desbordado por la creciente cantidad de refugiados de toda índole, bélicos, políticos, climáticos? Ayudadme a pensar, por favor, pero en cualquier caso, no os quedéis parados. Que el mundo es una mierda ya lo sé, que todo esfuerzo parece inútil también lo he oído, que uno sólo es rico o pobre según con quién se le compare sólo sirve para perpetuar la parálisis, pero que otro mundo es necesario, y que no se hace sólo, podría ser un buen principio de conciencia planetaria, porque al otro lado del capitalismo salvaje del sálvese quien pueda estamos casi todos, aturdidos y shockados, como bien explicó Naomi Klein no hace tanto tiempo (La doctrina del shock). Ya que hablamos tanto de mentes y psiquiatras, de biologicismos y socialismos, de causas estructurales y beneficios de las farmacéuticas, podíamos pararnos a pensar en que, a veces, ser o estar enfermo mental no es más que un lujo de quien tiene tiempo para reconocer(se) tales categorías, tiempo y formación para voltear análisis y diagnósticos, teorías y prácticas oficiales y alternativas.

Hace poco, recibiendo dosis de crisis en el resultado de mi trabajo, reducidos los ingresos a la mitad de lo previsto por época y esfuerzo realizado, pensé para no agobiarme: ¿y yo de qué me quejo? Peor están en Palestina, en Somalia, en Bolivia. No es más que un consuelo egoísta o solidario. Egoísta porque, si todos pensasen como yo en ese momento, nadie reivindicaría nada, y todos aceptarían la reducción de su calidad de vida por el relativismo aplicado de compararse con quién está peor. Solidario porque me libra, en cierto modo, de poner mis aspiraciones materiales en el canon de mi civilización, la del ilusorio y no del todo limpio bienestar a costa del colonialismo salvaje, de la opresión de otros pueblos privados de derechos que aquí creemos, creíamos, inalienables(ja). Así que, dejando de lado estas consideraciones, o encarándolas aún sin fuerzas para tal descomunal cuestión, sólo queda reivindicar, aún a riesgo de parecer un chiste amargo en los tiempos que corren (mientras se ríen en nuestras narices), TODOS LOS DERECHOS PARA TODOS. O eso, o entonces qué.

(Mentalmente estoy algo mejor, es algo ahí fuera lo que no acaba de estar bien. Si os sobra el dinero, podéis repartir un poco. Por si os sirve de aliciente, el dinero que los inmigantes envían a sus países de origen en forma de remesas-arañadas al sueldo de mierda producto de la explotación laboral de la que son víctimas a diario- supera, por triplicado, al montante que los países ricos destinan a ayuda al desarrollo. Otro ejemplo que debería ponernos las pilas es lo que nos superan en solidaridad con los refugiados los países en vías de desarrollo, con muchas menos trabas burocráticas, económicas y personales al hecho de acoger a los refugiados de conflictos de toda clase, en cantidades que pondrían los pelos de punta a la racista y prejuiciosa europa actual, que ya no sabe si colocar a la policía antiinmigración en la cocina o en el baño de cada uno de nuestros bienpensantes y pulcros hogares. Ya que nos mola tanto la competitividad, que parece ser parte esencial de las civilizaciones "fuertes" y "exitosas", estaría bien aplicarla a la solidaridad, competir en ese juego, ser los mejores, los más dotados, los namberguan. Mola ¿no?)

domingo, 3 de julio de 2011

Una breve

Me vienen dos cosas a la cabeza:

- Una, lo que siempre comenta una amiga en relación a la educación, que por qué si hay teorías que han demostrado ser eficaces y funcionar, se abandonan, o se las ningunea o se las ataca.

- Dos, que lo mismo puede decirse de abordajes de psicosis. Se conocen técnicas y estadísticas que demuestran que haciendo las cosas de otra forma, la psicosis puede remitir sin fármacos. Pero como son minoritarias, lejanas, o simplemente no interesan a los intereses económicos de quienes hacen las pastillas y de quienes las reparten, pues tres cuartos de lo mismo, se abandonan, se ningunean o se atacan.

En relación al abandono, ninguneo y ataque, sólo me queda decir que es mucho más fácil practicar este tipo de ostracismos con tendencias o grupos moderadamente minoritarios o muy minoritarios , especialmente si su cuota de poder y/o representatividad político-social es baja. (Sin pretender hacer agravio comparativo, lo mayoritario no se entrona como éticamente aceptable por su sola condición de mayoritario, si no le acompañaban otras consideraciones. Lo mismo puede decirse de lo minoritario) Dicho todo esto, soy consciente de que, en abordajes de psicosis, mi apuesta terapéutica oscila entre lo muy minoritario y lo individualmente sorprendente, si no fuera porque...

...en el último año no paro de encontrar aliados, algunos sólidos y otros un poco más de pacotilla, aunque a estos últimos se les va viendo venir, y tampoco pasa nada que no sepamos ni que vaya a sorprendernos por su novedad. En cualquier caso es gratificante partir de algo parecido a la nada para dirigir los pasos hacia encuentros más que satisfactorios. Este fin de semana me sorprendió, por ejemplo, encontrar el texto "Nuestras mentes, nuestras vidas" (contra el TAI)en un puesto callejero de libros alternativos, y unas horas más tarde, conocer a una chica psicóloga a partir de ese texto, con el que estábamos, ambas, totalmente de acuerdo. Este tipo de encuentros se producen con más asiduidad cuanto más se desean y se favorecen, y cada persona nueva implica una nueva red, una plataforma de difusión cuyo alcance es siempre impredecible. Así que añado este encuentro a la nómina solidaria, y repito, como un mantra: "suma y sigue".

No tengo prisa por alcanzar nada concreto, simplemente permanezco atenta al tema, muy atenta, instalada en una linea de acción que va de lo particular a lo general, y viceversa. De esta forma veo movimiento que ya estaba, o movimiento que empieza, aunque también dudas, falsedades, pasos atrás, cosas de la vida. De alguna manera consigo siempre recuperar el optimismo y avanzar otro trecho, mientras miro hacia atrás de reojo para comprobar que lo avanzado sigue ahí. No está mal esto del situacionismo, nada mal.