sábado, 19 de marzo de 2011

Terapia onírica

Habitualmente sucede en los delirios y psicosis que, de alguna forma que al principio no controlamos, el subconsciente sale a la superficie, se pasea por la consciencia despierta como perico por su casa, funde su territorio con el de aquí de siempre, generando un plus de asombro ante el mundo y nuestra forma de percibirlo e interaccionar con él. Este asombro hace bajar la guardia, las defensas psíquicas, que pasan a ser colonizadas por esa invasión de lo que habitualmente tenemos bajo llave, o entre sábanas y ojos cerrados. Es como si estuviese sucediendo, en abierto, lo que sólo conocíamos en sueños, al menos en cuanto a sensaciones, miedos y valoración de las probabilidades cercanas de su materialización. Acaba siendo incómodo y agotador, para propios y extraños, en el mejor de los casos. En cuanto al peor, mejor hablar de otra cosa.

Esta noche sucedió al revés, y fue novedoso y efectivo. La batalla de interpretaciones y sensaciones se mudó de territorio, o al menos se territorializó alterando el orden de factores. Un yo consciente bastante parecido al mío del día a día se metió en un sueño delirante, se coló, y allí se dedicó a hacer exactamente lo mismo que Lisa Simpson en el capítulo de hoy. O, más bien, se dedicó a reconocer y desactivar sensaciones delirantes y protopsicóticas en una galería de exposiciones, llena, cómo no, de puertas y compartimentos que albergaban de todo un poco, como la buena literatura de aventuras.

En tiempo y espacio onírico, mucho más íntimo y personal, la noche fue tan productiva que me desperté contenta y despejada, con una especie de satisfacción por el trabajo pendiente que ya no lo está. Es posible que esta experiencia sea meramente anecdótica y narrativa, que le esté dando una importancia simbólica a conveniencia, pero de alguna forma detuvo un proceso cuyo desarrollo no me era nada grato, y estoy contenta de que haya sido así. Me gustaría poder hacerlo siempre que lo necesitase, aunque lo que más me gustaría sería no necesitarlo.

6 comentarios:

  1. Interesante...
    Una pregunta: ¿a que llamas sueño delirante?¿podrias explicarlo?
    Abrazos.

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  2. Me ha gustado mucho la entrada, muy interesante. Me he visto en lo que cuentas, he comprendido lo que expresas (pienso) porque también he vivido esas experiencias...

    Pienso que una vez se logra lo que has logrado esta vez puedes volver a hacerlo y las percepciones en estos estados irán reduciendo su intensidad, y no porque la intensidad varíe, sino porque uno empieza a comprender.

    Y creo que sí que llegará un momento en que ni se necesite porque será algo natural y desaparecerá como tal porque ya no lo identificas de la misma forma.

    (Por lo menos es lo que me está sucediendo a mí)

    Yo también vi hoy el capítulo de los Simpson y también lo reconozco como tal. Cuando uno logra salir de esos estados con una comprensión profunda y curativa se sale del movimiento en círculo y entra en un movimiento en espiral y se da cuenta de que todo es nuevo cada vez aunque a primera vista aparente ser lo mismo.

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  3. Jesús, sueños delirantes, o sueño, ya que es la primera vez que me pasa, es literalmente soñar que estoy consciente y deliro, y voy enfrentándome al delirio dentro del sueño, de la misma forma en que lo hago cuando no estoy soñando.
    Es curioso, y funciona, sobre todo después de tres días haciendo equilibrios en la linea divisoria.
    Abrazos.

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  4. Diana, me alegra mucho siempre que me escribes, porque voy viendo que estamos en la misma onda. Efectivamente, conocer es parte de la solución, y si viste el capítulo de Los Simpson, sabes exactamente a qué me refiero, fue vivir lo mismo, el estado delirante y mi lucha contra él, pero dentro del territorio de los sueños.
    Hoy estoy perfectamente, aunque me encontraba psicológicamente muy cansada, como después de otras remisiones. Ahora a dormir plácidamente, con la prueba superada.
    Muchos besos y muchos ánimos, son tiempos de estar al loro con nuestras cabecitas.

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  5. Ok. Si, creo que el conocimiento es basico para poner soluciones. Otra pregunta y con perdón, ¿sabes a que se debe el cansancio psicológico? es decir ¿puedes establecer una relación con algo que te esté pasando?, vamos, lo que quiero decir es si te parece que hay relación entre cosas que te están ocurriendo y la aparición del delirio.
    Abrazos

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  6. Una amenaza nuclear de la que no nos cuentan ni la misa la media es bastante desasosegante, si le añadimos una guerra que se sabe cuando empieza pero no cuando acaba ni cómo, tampoco ayuda. La cuestión es que los peligros siguen ahí, pero enfocarlos de forma delirante es lo que tengo que combatir a nivel individual, para no añadir problemas.
    El cansancio psicológico es típico de las remisiones, pero dura unos días namás. Como el delirio fue sólo conato, el cansancio fueron unas horas.
    Se me recetó de urgencia una partida de parchís a la una de la madrugada, transcurrida la cual se me mandó a casa a dormir muchas horas, cosa que hice religiosamente y sin tener constancia de sueño alguno.
    Ahora tengo las verduras en el horno para unos amigos a punto de venir a comer. Mientras haya amigos, habrá DE TODO.

    Un abrazo.

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