jueves, 17 de junio de 2010

Na na na...

o lado pasmarote da miña crisálida
anda a rebullir no compost eco-lóxico
do nivel de azucre en sangue

non ten presa, porra
para xa coas inmersións burbullentas nos solsticios poéticos do sporting casino
embebédate e loita

para chorar por escrito vai pola xaneliña da mae que pariu formulacións, a miña casa non quero que veñas sempre me fodes nunca me preñas

miércoles, 16 de junio de 2010

Spinoza llamando...

Spinoza vive su corta existencia de acuerdo con esta ética: rechazo de los honores, las riquezas, los bienes materiales, los excesos sensuales y búsqueda de una sociedad capaz de permitir "a la mayoría de las personas llegar de la manera más fácil y segura posible a este fin" (el de la concordia de los entendimientos)Frugalidad, ascetismo, austeridad, porque lo esencial se halla en la libre disposición de uno mismo.

Con frecuencia escribe que la universidad impide pensar...

No se trata de moralizar, hay que situarse más allá del bien y del mal para intentar comprender mejor lo que ocurre, cómo y de qué manera ocurre, y esto con el objetivo de alcanzar la serenidad del sabio.

El Bien no existe; tampoco el Mal. Ajeno a todo vuelo platónico, Spinoza no cree en una idea del bien que, por ser general y universal, funcionaría de una manera ahistórica. En cambio, cree en la existencia de un Bueno y un Malo en lugar de los antiguos valores Bien/Mal. Llamamos bueno, explica, a aquello hacia lo cual vamos, y Malo a aquello de lo que nos alejamos. Lo Bueno denota el aumento del poder de actuar, esto es, la Alegría; lo Malo, la disminución de ese poder, o sea, la Tristeza. Lo bueno es lo útil, lo malo es lo nocivo.

Lo malo lleva a la tristeza y a su aumento. El remordimiento, el sentimiento de culpa, el pensamiento de la muerte, he aquí cosas malas. De nada sirve lamentar lo que ha sucedido y no podía haber sucedido. Pero, por otro lado, lamentar un hecho, un gesto, una palabra, un comportamiento, es sufrir dos veces, lo cual es un exceso. De la misma manera, hacer de la muerte un tema de meditación permanente es algo que entraña pasiones tristes. MÁS VALE MEDITAR SOBRE LA VIDA.


PD: Ya me gustaría a mí haber leído la Ética de Spinoza... Toda esta entrada (¡excepto el título!) ha sido robada y manipulada del ensayo de Michel Onfray, Los libertinos barrocos, parte de una serie de tres ensayos agrupados bajo el título Contrahistoria de la filosofía

sábado, 5 de junio de 2010

Derechos Humanos para Gaza

Qué bonito título ¿verdad?

Hace unos meses, en mi ciudad hubo unas jornadas sobre la situación de Palestina.
Dos palestinos, un israelí y la chica de la ong que organizaba las jornadas.
Aprendí muchas cosas, pero me quedo con una respuesta a una pregunta que se hizo.

-¿Qué nos pediríais, vosotros como palestinos, a nosotros como europeos?
- Que reflexionéis sobre los valores en los que se asienta vuestra cultura. Que reflexionéis en serio y en profundidad.

Todavía no he terminado con la reflexión, pero la carta de los derechos humanos sobrevuela mi cabeza con insistencia y terquedad. A ver si me ayudáis.

A ver si les ayudamos.
A ver si nos ayudamos.

martes, 1 de junio de 2010

Esquizo tribu

Mi tribu no tiene uniforme, mi tribu no tiene ideología. Mi tribu no tiene patria, pero las estadísticas dicen que es mayoritariamente urbana. En los pueblos hay leyendas, en las ciudades paranoias. ¿?

En la mente de mi tribu hay historias milenarias, hay saltos en el tiempo y fenómenos paranormales. En la mente de mi tribu hay esperanza y terror en estado puro, hay de todo, superpuesto, entremezclado, paralelo, agonizante, alienado, renacido, reducido, hecho polvo, abrillantado... Hay de todo lo que no se entiende.

Mi tribu está viva y siente, mi tribu se droga y la drogan, mi tribu a veces acepta, tanto lo uno como lo otro. Mi tribu no tiene prejuicios propios, se le han gastado de tanto cargar con los ajenos. Mi tribu tiene que justificarse siempre, también tiene que ser paciente y no levantar la voz, no delatarse, sobre todo si no quiere que la droguen contra su voluntad. Mi tribu, a veces, es un poco clandestina.

Mi tribu transforma la realidad, la realidad transforma a mi tribu.
Mi tribu duda de su propia existencia.
Mi tribu piensa, quizá demasiado.